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Tradiciones de buena suerte

Antiguamente se liberaba una pareja de palomas blancas al salir de la iglesia, las palomas blancas simbolizan la pureza e inocencia de la relación matrimonial, cuando las palomas son liberadas es una expresión física de que los novios están empezando una nueva vida juntos y se están enfrentando a lo desconocido.

Algunas personas deciden soltar palomas como símbolo de paz, son un símbolo de gozo ya que la boda es una ocasión gozosa. Se dice que las parejas que ven un par de palomas en el día de su boda, tendrán un matrimonio bendecido.

Actualmente el uso de globos en forma de paloma se usa como forma simbólica de representar estas tradiciones, siendo muy importante usar globos biodegradables.

La Historia de mi Boda (Irina Renata y Jesús Israel )

26/08/2019

Una vez que cierro mis ojos, las hermosas memorias de nuestra boda vienen a mi mente haciéndome suspirar de alegría y una vez que los abro ya pasaron 7 meses de ese maravilloso día.

Desperté en la mañana temprano y como de costumbre comencé con mi rutina de aseo personal y de belleza. Me puse un conjunto cómodo y bajé al comedor del hotel a tomar mi desayuno con mis padres y mientras esperaba por el ascensor recordaba una y otra vez a mi wedding planner sermoneándome sobre la importancia de comer en cualquier oportunidad que se me presentara. Por suerte, así fue.

Subí de nueva cuenta a mi habitación a esperar a los proveedores de fotografía y maquillaje y fue ahí cuando la aventura comenzó.

Los fotógrafos llegaron a la hora indicada y comenzaron a tomar las fotos del vestido y los accesorios. Ellos ya estaban muy metidos en su trabajo mientras mi madre y yo estábamos tratando de localizar a los maquillistas, pues 45 minutos habían pasado y no se mostraba señal de ellos.

Recuerdo que el fotógrafo se percató de mi preocupación y comenzó a darme palabras de aliento para tranquilizarme. Yo sonreía nerviosamente, pero cuando estaba a punto de perder la paciencia, el proveedor de maquillaje llegó y nos contó que un tránsito los había detenido por exceso de velocidad.

Una vez peinada y maquillada, mis padres comenzaron a ponerme el vestido de novia y fue en ese instante cuando los nervios nos atraparon. Mi padre temblaba al tratar de abrocharme los botones y mi madre me acomodaba una y otra vez la misma sección de la falda. Yo solo repetía la misma frase: “Que venga mi hermano a ayudarnos”.

Fue un momento muy curioso, pero especial, pues fue ahí cuando caímos en cuenta de que ya me estaba preparando para mi boda.

Cuando terminaron de vestirme mi madre, mi padre y mi hermano me abrazaron, me contemplaron y me dieron palabras hermosas. Fue así como tomé el valor y bajé al lobby del hotel para encontrarme con mi ahora esposo.

Él me cuenta que se encontraba muy nervioso. Las miradas del personal del hotel, las exclamaciones de algunos huéspedes diciendo “¡Mira! ¡Es el novio!”, las constantes indicaciones del fotógrafo sobre dónde estar y cuándo voltear. Todo eso, más la curiosidad sobre cómo me vería vestida de blanco hacían de ese uno de los momentos más esperados de nuestro día.

El encuentro fue fugaz, especial y muy bello, pues al cruzar nuestras miradas supimos que estábamos destinados a estar juntos.

El trayecto hacia Las Nubes fue tranquilo. Un día despejado y soleado.

Un Mercedes clásico de los años 50 fue el que elegimos para que nos llevara. Mientras íbamos de camino, mi esposo me contaba que años atrás había pasado cerca del lugar, y al contemplar los bellos jardines quedó encantado.

Yo escuchaba atenta su historia cuando de repente él me sonrió y confesó que en ese instante supo que algún día nos casaríamos ahí.

No hubo rincón en Las Nubes donde no tuviéramos una foto. Cada espacio invitaba a estar y disfrutar; incluso nuestra asesora y amiga Nancy pasó a saludarnos y fue muy lindo saber que tuvo oportunidad de presenciar que nuestro momento había llegado.

La ceremonia civil fue íntima y amena. El discurso del juez fue breve pero muy emotivo. La firma de los documentos fue armonizada por un pianista seguido de un bonito brindis con champaña y una pequeña degustación de bocadillos.

La ceremonia religiosa fue otro momento donde los nervios y la preocupación volvieron a surgir. Mi wedding planner ya comenzaba a formar el cortejo nupcial cuando caímos en cuenta que no habían llegado 2 de nuestros lectores, nuestros padrinos de lazo y nuestra madrina de ramo de la Virgen. No sabíamos qué estaba pasando, pero debíamos continuar.

Por un instante borré mi mortificación. Una vez que la Marcha Nupcial comenzó y yo avancé hacia el interior de la capilla y vi ese hermoso camino lleno de flores de alelí, baby breath y rosas blancas fue como estar en mi propio cuento de hadas.

Sé que Dios estuvo con nosotros todo el tiempo, pues justo en el momento en que se empezaron a sentar los invitados todos nuestros padrinos y los 2 lectores que faltaban aparecieron por arte de magia.

La misa fue todo un éxito y para cerrar la celebración optamos por lanzar al cielo 20 globos biodegradables con forma de paloma blanca.

Nuestra recepción fue algo especial. No hubo invitado que no nos felicitara por alguno de los detalles que ofrecimos (hasta por el coctel de bienvenida).

Todo comenzó con nuestra entrada al salón Nubes al ritmo del opening de Dragon Ball Z (lo sé, no suena para nada formal. La preparación y el protocolo es el mismo de siempre, pero cuando los novios le meten ese toque muy personal es lo que lo hace único y diferente).

Una vez en el centro de la pista comenzó nuestra canción (la primera como esposos) y aunque no pondré el nombre solo sepan de antemano que está en japonés. La elegimos porque es la única canción que mi esposo se sabe en ese idioma. El baile con mi padre fue otra novedad, ya que elegimos una canción del videojuego Final Fantasy VIII la cual al ritmo de un buen vals con todo y coreografía desempeñamos. Fue gracioso que nos saliera bien pues solamente la practicamos 3 horas una noche previa a la boda.

El baile de mi esposo con su mamá fue igual de bello, aunque más tradicional.

Durante la cena, una de las primeras sorpresas que ofrecimos a nuestros invitados fue la de un pianista que amenizara el ambiente con puras canciones del videojuego Legend of Zelda: Ocarina of Time mientras el DJ proyectaba imágenes del mismo en la pantalla. Cabe mencionar que todos se volvieron locos y sacaron sus celulares para tomar video tras video.

En ese momento fue cuando por fin pudimos apreciar la decoración y los detalles del salón. Como, por ejemplo: nuestra mesa de novios coronada por un enorme aro de flores blancas, una jardinera a juego y bellos candelabros. Las mesas de los invitados decorados con manteles de rosas blancas y cuchillería dorada con un centro de mesa alto adornado de velas y un remate. Nuestra pista de baile de charol blanco con nuestras iniciales doradas. Nuestro pastel de betún blanco con rosas y un bello letrero dorado que decía “Mr & Mrs”.

Conforme avanzaba la fiesta, otra de las amenidades que ofrecimos fue una mesa de postres y un photoboot con forma de espejo para que se llevaran la tradicional foto personalizada de recuerdo.

Sin embargo, las cosas no paraban ahí. Mientras bailábamos y festejábamos hubo un momento donde todo se detuvo y es ahí donde vi a mi esposo, quien comenzó a bailar break dance en compañía de 2 amigos. Todos quedaron atónitos, ya que nadie sabía que en el pasado era uno de sus pasatiempos favoritos. Fueron de las cosas que más les gustó a los invitados.

Conforme pasaba la noche sabíamos que teníamos que darles un poco de hidratación, así que les ofrecimos dos carros completos de shots a la par que nuestro buen amigo Baby Groot pasaba a darles ese boost extra con tequila.

Algo que nos resultó muy interesante es que sabíamos que había otra boda celebrándose en el jardín y algunos amigos nos comentaban que varios invitados de ese evento se estaban infiltrando a nuestro salón para echar un vistazo. Eso solo podía significar una cosa, se notaba que la estábamos pasando muy bien.

Por fin se llegó el tan esperado momento de aventar el ramo. ¡Todas mis invitadas me rodeaban y en un pequeño y bonito círculo comenzaron a girar a mi alrededor mientras les iba repartiendo a cada una un listón satinado con la leyenda “You’re next!”.

Al final, solo una quedó ganadora y entre risas y gritos le entregué mi ramo de rosas blancas.

Mi esposo no se quedó atrás, la dinámica de la liga fue muy de su estilo. Él por su parte optó por lanzar un balón de futbol de la Champions League con la liga atada a una red mientras el himno se escuchaba de fondo. Curiosamente, la pareja de la invitada que se sacó el ramo fue quien también terminó atrapando el balón.

El tiempo transcurrió y para cerrar este mágico evento el mariachi entró. Nos deleitó con bellas canciones y fue hasta ese momento cuando supimos mi esposo y yo que lo habíamos logrado.

Tal vez la fiesta había terminado pero nuestra historia estaba por comenzar.

Irina Renata & Jesús Israel

La Historia de mi Boda (Beatriz y Tuur)

Winter Came 18/12/2016


Jamás la expresión había tenido un significado tan positivo como fue el día de nuestra boda… Lo sé. Se presta a muchas bromas, pero si hay algo que menciono a cualquier persona en proceso de boda es: la planeación no es del todo grata, pero ese día es increíble.

Quizá es importante explicar que la principal razón por la cual me fue desagradable la planeación, es porque mi marido es de Bélgica, y aun no se mudaba a Monterrey cuando nos comprometimos. Él tenía la idea de que quería una boda en exterior… ¡en diciembre! Entonces cuando empezamos a ver opciones, su favorito en fotos fue Las Nubes. Me lancé a visitarlo, le mandé más fotos, y no fue difícil la decisión para él. A mí me daba nervio el tema del clima tan impredecible en Monterrey.


“¿Y si hace mucho calor?” “No hay problema, ponemos ventiladores.” “¿Y si hace mucho frío?” “No hay problema, ponemos calefactores.” “¿Y si llueve? Los recibimos con paraguas y cerramos el toldo.”

No hubo mucho más que discutir. Las Nubes tenía solución para todo lo que me ponía nerviosa. ¡Y no eran mentiras! Elegimos casarnos el 18 de diciembre, un domingo. Sí, siempre fui de las que juzgó a los novios que se casaban el domingo, pero como decidimos que fuera una boda a mediodía para disfrutar de la vista del jardín, era menos probable que hubiese evento en la noche un domingo que un sábado.

Ese día amanecimos a menos de 10ºC, y yo con un vestido de tirantes. Me prestaron un abrigo de piel, que terminó por llenar de “pelitos” el traje de mi marido entonces, pues mejor en frío. Empezamos con la sesión de fotos en la Carmen Romano. ¡Qué lugar tan espectacular! ¡Hasta el frío se me olvidó!

Después de la sesión de fotos, nos pasamos a Las Nubes para continuar con otra parte de la sesión en los jardines. No voy a olvidar que Las Nubes nos recibió con cocteles (¡a las 11:30 am!). Me tomé una piña colada, con todo y hielito, en pleno arranque invernal, y en pleno jardín. Mi marido se tomó un vampiro. ¡A ambos nos supo a absoluta gloria!

winter came

A las 12 hrs empezamos la boda civil, donde nos reunimos con un grupo pequeño de amigos y familiares. Después de que empezaron a llevarse a los invitados a la capilla, nuevamente Las Nubes nos sorprendió con un platillo para comer algo. Nuevamente lo agradecimos de sobremanera, pues en un día como este hasta se nos olvida que tenemos hambre.

A las 13 hrs nos pasamos a la capilla, donde te das cuenta que todo se vuelve más real, que ¡ya está pasando! Y te cae el 20 porque empiezas a ver a mucha gente amada y apreciada en un mismo lugar, para ti y para tu pareja. Va el segundo consejo: dénse un momento para apreciar a tanta gente amada en un solo lugar, que están ahí para ustedes, que celebran su día.

Es una realidad que por más controladores, planeadores y obsesivos que seamos, las cosas no siempre salen como uno piensa. Por ejemplo, a mi marido se le olvidó contestar que sí venía libremente a casarse conmigo (quedará como broma para el resto de nuestros días). También, se nos cayeron las arras (ahora sabemos que nunca seremos millonarios). También, se enfermó mi ahijado que pasaría por la limosna, y no pudo venir a mi boda. También, mi mejor amiga tuvo un problema familiar y ese mismo día se fue a Campeche a tratar de resolverlo. Uno pensaría que estos serían motivos suficientes para tener un microinfarto…

Tercer consejo: muchas cosas no van a salir como querías. Discútelo, peléalo, negócialo… pero que sea en otro día. Ese día, deja pasar los errores y las fallas. Déjalas en un post-it mental para cuando haya pasado todo, y no pierdas ningún valioso minuto del día de tu boda con malestares de este tipo. Si tienes wedding planner, entonces deja que haga su trabajo y tu concéntrate en disfrutar. Se va increíblemente rápido como para desperdiciarlo en enojos y reclamos.

Terminó la ceremonia, y nos pasamos al jardín. Después de saludar a toda la gente en la entrada, pasamos nosotros al salón. Ahí nos recibió la canción de nuestro vals, y nuevamente pudimos apreciar a tanta gente que nos recibía con genuina alegría y cariño para celebrar (y comer, y tomar, y bailar…).

Él y yo somos personas bastante sencillas. Muchos detalles estaban de moda mientras planeábamos, y nosotros solo queríamos que todos se sintieran cómodos, sin pretensión alguna. El tema de la comida era parte de esa discusión. Él quería que fuera un buffet mexicano. Servir buffet no suele ser típico en México pero sí en Bélgica. Las Nubes dijo “no hay problema, podríamos dar 1, 2, 3….”. La gente estaba enloquecida con los sabores y con la posibilidad de servirse cuanto querían de lo que querían (y sobre todo, sin que hubiera nadie que los juzgara).

Y finalmente, cuando empezó la música para bailar. Tuvimos DJ para poder integrar tanto canciones que le gustaran a él como a mí. A él le gusta mucho el hip hop, lo cual era complicado porque no suele ser popular acá. Entonces optamos por contratar a unos raperos que pusieron un mood increíble, porque hasta hicieron retas con la gente de pasos de baile. Por cierto, ellos habían cancelado el mismo día de mi boda y mi wedding planner los trajo de las greñas.

También, por aquello de que hay modas globales, pusimos un espacio con las canciones de los mundiales e hicimos una reta de futbol. En general, los invitados apreciaron mucho que estuvieron entretenidos, contentos, bien servidos, bien comidos, bien bailados, bien acompañados (inclusive los que fueron sin pareja), bien contentos.

Lo que me lleva al último y cuarto consejo: muchos van a opinar, ordenar o presionar por productos y servicios en su boda. La boda es de ustedes, es para ustedes, y por lo tanto, debe ser como ustedes quieran. Nadie recordará si las pantuflas que dieron eran de marca o no, si dieron vino de 1940, si el vestido o el traje lo importaron de Italia o si Luis Miguel vino a cantarles el vals. Pero sí van a recordar si se divirtieron, si los vieron felices a ustedes, si valió la pena ir un domingo a Villa de Santiago a una boda en pleno frío.

Ustedes van a recordar el apoyo que recibieron para que esta boda fluyera y funcionara, sin que siquiera se dieran cuenta de todos los tropiezos que ocurrieron tras bambalinas. Para nosotros esas personas fueron la wedding planner, la asesora en Las Nubes, nuestro equipo de fotografía y video, nuestro DJ y mi estilista. Sin duda, de ellos dependieron enteramente los increíbles recuerdos que tenemos de nuestro día de boda.

Beatriz Inzunza y Tuur Ghys

¡Elige tu look! (Novios)

Accesorio que no pueden faltar en tu día

El Moño

Este es  un complemento que proyecta elegancia y mucho vanguardismo. Es la representación de la distinción, la combinación perfecta es un clásico y elegante smoking, camisa blanca y obvio su complemento estrella un moño negro. 

Si tu boda tiene tonos clásicos y se celebra de tarde o por la noche, el smoking debe ser tu primera opción. Una de las tendencias llevadas en los últimos años. Para el smoking puedes o no usar un chaleco o también llamado “fajín”

🔸 Como antes lo mencionamos el moño es perfecto para las bodas de noche, dándole un toque sobrio y muy elegante a todo tu estilo. 

🔸 Le proporciona al novio un estilo moderno pero distinguido. ¡Ideal para esa ocasión tan especial! 

🔸 El novio destacará entre todos los invitados.

Te dejamos aquí varios looks diferentes de los novios.

La Historia de mi Boda (Teresa y Gerardo)

Teresa y Gerardo 05/09/2015

¡Un sueño hecho Realidad!


Desde el momento de contratar nuestro evento, el estar eligiendo los detalles, todo el servicio y atención que nos brindaron, cada momento fue magnífico.

Es increíble poder tener todo en un solo lugar, para mí era muy importante despreocuparnos de considerar los tiempos para trasladarnos a fotos, ceremonia, fiesta; pues una vez estando ahí, ya no importaba el clima, tráfico, o cualquier inconveniente para llegar bien a lo siguiente.


Es un lugar mágico. Estando ahí me transporto a los cuentos inspirados en otros lugares fuera de la cotidianidad. El poder pasear por los jardines, la capilla, los salones, simplemente pasar caminando de un lugar a otro donde todo es hermoso.  Así mismo, recibiendo la mejor calidad en los alimentos y el servicio brindado por el personal altamente profesional. 

Elegimos hacer la fiesta un sábado a mediodía, para que aun considerando extendernos a la torna, no hubiera tema con el regreso en la carretera pues aun había luz del sol y sin problema con el traslado a la ciudad. 

La ventaja fue que, aún siendo de día, ya estando dentro del salón no nos afectaba en nada el sol, pues con las cortinas cerradas al momento de iniciar la fiesta, ya era igual que una boda de noche pero disfrutada durante todo el día.

Nuestro gran día pudimos olvidarnos del reloj y solo disfrutar, pues ya una vez estando ahí nos iban guiando a lo que seguía.

Además, durante la sesión de fotos, nos brindaron canapés y bebidas, todo delicioso, entonces estuvimos muy consentidos. También nos tomamos las fotos en los jardines y en los salones, hasta el momento de retoque de maquillaje quedo grabado ahí mismo.

¡Vive la Magia!

Estando aun en la sesión de fotos, empezamos a ver llegar a nuestros invitados. Y enseguida pasamos, disfrutando el camino por los jardines, hacia la ceremonia.

La misa fue muy emotiva, estaba llena la capilla por nuestros familiares y amistades, la decoración me encantó pues eran unos arcos que hacían lucir aún más la entrada a la ceremonia,  y así mismo a la salida, y entonces al mismo tiempo el ver a todos nuestros invitados felices, compartiendo nuestra alegría y Bendición, es un momento muy conmovedor y gratificante. 

Uno de los planes fue tener música de gaitas en vivo, durante el camino de la capilla a la fiesta, para acompañar con música ese momento del camino y disfrutar cada instante.

En la entrada del salón, tuvimos oportunidad de recibir a la mayoría recibiendo sus abrazos y felicitaciones; iniciamos la entrada de nuestra celebración muy alegres con “One Love”, en ese momento de hacer el recorrido por la pista y al ver a todos nuestros invitados, experimentamos mucha alegría y fue muy emocionante;  así como el vals, “Everything I Do” nuestro primer baile como esposos, era como estar en otro mundo, fuera del tiempo y del espacio. Enseguida el vals con nuestros familiares “Para tu amor”.  Después “Because I‘m Happy” para nuestros amigos y las fotos grupales.

Creamos la ocasión de dar unas palabras a nuestros invitados y agradecer, para enseguida disfrutar de los alimentos, todo delicioso.

El pastel, de tres sabores diferentes, estuvo tan rico que se acabó y no alcanzamos a probarlo más que en el momento de la foto, preferimos pasárnosla bailando y disfrutando la fiesta con nuestros invitados.

En el momento del ramo pasó algo chistoso, porque yo ni cuenta me di, pero después me contó una amiga que lo había cachado ella, pero como estaba recién casada, la entonces novia y ahora esposa de mi hermano, le dijo que no se valía y que le diera oportunidad a las demás, en ese momento solo supe que me pidieron que lo lanzara por segunda vez.

Todo pasó muy rápido, disfrutamos al máximo, y me encantaría que se repitiera, pues fue tanta la preparación y sentí que en un ratito voló todo.  Pero, ¡muy hermoso!

Al final, también cerramos con una canción que escogimos “I‘m Yours” y tuvimos otro momento muy emotivo, todos nuestros invitados nos rodearon al final compartiendo la alegría. 

Otro de los planes fue tener mariachis al terminar, así como un espectáculo de pirotecnia.

Todo fue perfecto, y creo que ha sido el día más largo de fiesta, contando desde que me levanté a las 5 am, pues el arreglo llevaba tiempo, y la misa se llevó a cabo a mediodía, para comer alrededor de las 2:30 pm, y finalizando la fiesta formal, nos dirigimos para continuar con la torna en una quinta también en la carretera, donde seguimos festejando hasta medianoche.

Un día mágico, inolvidable, incomparable, irrepetible, único y espectacular, me encantó haber podido realizar Nuestra Boda en Las Nubes, y cada vez que llego a pasar por ahí no puedo evitar que se dibuje una gran sonrisa en mi cara, pues siempre me ha encantado este maravilloso lugar, y ahora más con este hermoso recuerdo que tuvimos la Bendición de vivir. 

Teresa Guerra y Gerardo Elizondo

La Historia de mi Boda (Janeth y Oscar)

Janeth y Oscar 03.07.2015

Desde que conocí Las Nubes, supe que, si algún día me casaba, ahí sería mi boda. Desde el primer evento al que asistí me quedé encantada con los jardines y sobre todo la elegancia de los salones y sus detalles.

Mi ahora esposo y yo teníamos 9 meses de novios cuando empezamos a hablar de dar el paso y entonces él me lo propuso.

Somos personas ordenadas y metódicas en el trabajo y nos encanta hacer planes (con fecha y tareas para cada quien) así que comenzamos un cuaderno con los pasos a seguir para este plan, el más importante de nuestras vidas.

Elaboramos un tour por diferentes espacios. Uno de los requisitos principales era que debían quedar muy cerca la Iglesia de la recepción ya que la familia de mi esposo vive en Guadalajara y era un “must” tratar de facilitarles lo más posible su estancia, traslados, etc.

Así fue que llegamos a Las Nubes, fue el primer lugar en visitar y nos encantó todo, sobre todo la idea de que nuestros invitados no necesitaran trasladarse de un lugar a otro.

Como fue el primer lugar que visitamos no quisimos tomar la decisión en ese momento y continuamos con el tour. A nuestro regreso platicando acerca de las diferentes opciones nos dimos cuenta que definitivamente era la mejor opción.

Y entonces llegamos con Daniela quien nos trató como si fuéramos conocidos desde el primer momento. La verdad fue una etapa padrísima cada elección (decoración, acomodo del salón, menú, horarios de cada ceremonia, etc.) y ella lo hizo súper fácil y relajado.

Ese día puedo decir que ha sido el más feliz hasta ahora. Después del estrés, los nervios, la ansiedad, Daniela siempre nos decía “chicos todo sale, no se preocupen” y sí, todo salió y ¡salió a la perfección!

Recuerdo como si fuera ayer los cometarios de todos los invitados felicitándonos por tan bonita boda, hermoso el lugar, la decoración, a todos les encantó el menú, ¡todo!

Hoy, a casi 5 años después hay muchas más opciones de salones, quintas, capillas por la zona, pero con toda certeza puedo decir que ninguno iguala a Las Nubes y si tuviera que elegir de nuevo, sería la misma decisión al igual que para futuros eventos estoy segura que así será.

Gracias Daniela y gracias a todo el equipo que hace posible que el anhelado sueño de nuestro gran día sea realidad con ustedes.

¡Esperamos verlos pronto!

Janeth y Oscar